A veces te gustaría que integración y seguridad no tuvieran que estar reñidas.

Segunda vez que hemos tenido sospechas de contaminación en el comedor del colegio. Segunda vez que hablamos con la dirección del centro.

Durante una temporada han comido en la misma mesa que sus compañeros de clase no celiacos, eso sí, sentados en la esquina de la mesa, y señalando en color su silla con un dorsal para que se sepa de qué tipo de alergia o intolerancia se trata. Durante otra han comido en una mesa separada en la que sólo se sirve comida sin gluten.

La decisión de integrar a los niños con sus compañeros o que coman en una mesa sin gluten depende de qué padres hayan protestado primero, si los que temen por la seguridad o los aluden a la falta de integración.

Segunda vez que ha cambiado el criterio. Y segunda vez que hemos tenido sospechas de que nuestro hijo se ha contaminado. La primera vez, me atrevo a confirmarlo más que a sospecharlo.

Comedores masificados, ratio número de niños-monitor en aumento, pan al lado de cada plato, movimiento, y al final, la decisión final depende de una dirección del colegio que se deja llevar por las opiniones de unos y otros padres.

Por norma general, cuando buscas información sobre seguridad en los comedores de los colegios, todo el mundo se centra en la manipulación de los alimentos, en la contaminación cruzada de la cocina, en evitar el peligro hasta que el plato llega a su destino. Pero nadie se para a pensar en las migas de los trozos de pan de las mesas. De nuevo, las migas.

Cuando se trata de un caso así, yo lo tengo claro. Seguridad ante todo. ¿Por qué parece que cuando exiges seguridad tienes que estar en contra de la integración? Sólo queremos que ésta no sea un impedimento.

Y se convierte en un tema de conversación, en casa, pensando que ellos no están ni siquiera prestando atención. Y entonces oyes:

-«No me importa comer solo, mamá. Pero diles que pongan el pan lejos de mi»

Y desearías que en ese momento estuviera la directora del centro en el salón de tu casa. Porque crees que tú no has sido capaz de decírselo tan claro.

2 pensamientos en “A veces te gustaría que integración y seguridad no tuvieran que estar reñidas.

  1. Sin duda voto por la seguridad!
    Con muchísimo respeto a los padres que prefieren integración, que se dejen de tonterías que lo importante es que no se ponga malo; de nada sirve el cuidado en la cocina si los otros niños sin queren le tiran migas, y creerme que no es ningun trauma para el niño, yo de pequeña comia en otra mesa y aqui estoy tan feliz. Las pocas veces que no siguieron ese protocolo me puse mala y yo al igual que tu peque preferia comer en otra mesa.
    Preciosa entrada! Se nota que está escrita con el corazón

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    • Gracias por tus palabras. Siempre te queda la duda de si lo que haces es suficiente o no. Nosotros también lo tenemos claro. La seguridad es lo primero. Ahora tenemos la tarea de hacérselo ver a los demás, y conseguir una mesa que «sin trauma ninguno y sin gluten» sea segura para todos los celiacos del colegio.

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